martes, 20 de octubre de 2015

Actividad de Introspección: Mi práctica de evaluación.

Buenas a todos;
Puff, pues acabamos de tocar un tema en el curso un tanto peliagudo para mí, ya que, muchas veces no estoy de acuerdo con mi propia práctica evaluadora, no creo en ella, y, buscando nuevas maneras de evaluar descubro que lo que tengo que hacer es cambiar la metodología, para luego cambiar la evaluación.

A ver si consigo explicarme bien, y resumir todos los pensamientos contradictorios y confusos que tengo en mi cabeza.

En primer lugar, no creo que los números sean útiles para evaluarlo todo ¿Cómo se evalúa la caligrafía de un niño de 6 años con un número, o su trabajo diario en clase? pero no sólo de 6 años, ¿Cómo se mide la atención de un niño en clase, su motivación o participación tenga la edad que tenga?, sinceramente, me encantaría tener la respuesta a estas preguntas porque es lo que desde la comunidad educativa de mi colegio (formada por educadores, dirección y padres) y de muchos otros centros, se nos está exigiendo continuamente y yo, ya no sé qué leer ni qué más estudiar para responder a esto.

He visto rúbricas, hojas de observación y portfolios que se supone que me tienen que ayudar a evaluar y con las que suelo estar más de acuerdo, pero entonces, ¿Cómo queda esto reflejado en unas notas de Suficiente, Notable, Sobresaliente o de 5, 7 9? Además insisto, que para poder llevar a cabo esta nueva manera de evaluar, antes hay que cambiar la forma de enseñar.

Se supone que en esta actividad debería responder a una serie de preguntas tipo :
  • Cuáles son las prácticas de evaluación que utilizas en tu trabajo docente?
  • ¿Qué estrategias de evaluación utilizas?
  • ¿Qué tipo de evaluación te proporcionan?
  • ¿Te permiten ver a los aprendices actuando o solo replicando una lección que previamente has explicado?
  • ¿Te permiten valorar un buen número de competencias en tus estudiantes?
  • ¿Qué nivel de satisfacción expresarías con tus estrategias de evaluación?
Pero la verdad es que me da vergüenza contestarlas porque realmente me siento que, en cuanto a lo que se refiere a evaluación, estoy actuando como hacían mis profesores e incluso los de mis abuelos. Y, aunque intento introducir cambios y tengo en cuenta nuevas variables a la hora de evaluar, no me siento muy orgullosa de mi práctica en este sentido.
Y ya cuando leo que tengo que contestar a otro tipo de preguntas como:
  • Quién evalúa en tu centro?: ¿los docentes exclusivamente?, ¿los docentes y el alumnado?, ¿otros agentes?
  • ¿Qué se evalúa?: ¿sólo los contenidos propios de “saber”?, ¿también el “saber hacer”?, ¿actitudes?

La vergüenza ya llega a un extremo bastante alto, puesto que sé que la evaluación no corresponde sólo al docente, que hay algo más aparte de lo que saben mis alumnos, que existen las distintas competencias e incluso las diferentes Inteligencias y actitudes con las que se enfrentan diariamente nuestros alumnos a sus conocimientos... pero todo esto lo dejo de lado al poner las notas.

En resumen, se supone que con esto de Internet y de colgar las notas de los alumnos cada dos meses los padres están más informados del proceso de enseñanza- aprendizaje de sus hijos, pero yo creo que no es así, los alumnos no son números, son muchísimo más y ojalá este curso me yude a descubrir de qué manera puedo evaluar a mis alumnos para que dicha evaluación se convierta en la información más útil para ellos, para sus familias y para mí.

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